El vicepresidente y el jefe del Ejército ‘toman’ el Parlamento venezolano «al asalto»
El vicepresidente venezolano, Tareck el Aissami y el jefe de los Ejércitos, Vladimir Padrino López, han ‘tomado’ la Asamblea Nacional por sorpresa este miércoles para celebrar un acto fuera del ordenamiento y del reglamento de la Cámara. La excusa era la celebración del Día de la Independencia de Venezuela. El motivo real, violentar la sede de la soberanía popular, la única institución democrática que queda en el país no controlada por la dictadura de Nicolás Maduro.
El Gobierno tiránico venezolano entró en la sede del Parlamento en un acto que sus adversarios tildaron de «asalto».
La ceremonia, que no estaba programada, la encabezó el vicepresidente El Aissami, quien llegó al hemiciclo junto con el ministro de Defensa y jefe de la Fuerza Armada, Padrino López, miembros del gabinete y partidarios chavistas vestidos de rojo.
El acto se realizó bajo la escolta de la militarizada Guardia Nacional, que custodia el edificio, y durante el mismo fue expuesta el acta de Independencia firmada hace 206 años.
El Aissami pronunció un discurso de unos 15 minutos en el que llamó a sus fieles a acudir al Parlamento en la tarde de este miércoles. Pocas horas después, colectivos de Maduro asaltaban a palos y herían a varios diputados democráticos.
El Aissami acusó a la oposición de tener «secuestrado» al poder Legislativo, que domina por amplia mayoría tras su aplastante victoria electoral de diciembre de 2015.
«Estamos precisamente en las instalaciones de un poder del Estado que ha sido secuestrado por la misma oligarquía que traicionó a Bolívar y su causa», dijo el vicepresidente, desatando aplausos de los invitados.
La crisis política venezolana se encuentra en una fase de alta tensión por protestas opositoras que dejan 91 asesinados por las fuerzas de seguridad de la tranía chavista en tres meses, y debido a la convocatoria del presidente Nicolás Maduro a una Asamblea Constituyente.
El Aissami advirtió que Maduro no se rendirá ni cederá en su propósito de sacar adelante la Constituyente, cuyos integrantes serán elegidos el 30 de julio y que la oposición considera un «fraude» para instaurar un modelo comunista y perpetuar al chavismo en el poder.
La oposición consideró el acto en la sede del legislativo como un «asalto» y una «provocación» para generar violencia. Como luego quedó demostrado.
«Fue un asalto al Palacio Federal, esto se podía haber hecho en coordinación con la directiva de la Asamblea», consideró el diputado Tomás Guanipa, previo a la ceremonia parlamentaria por la fiesta patria.
Por su parte, el legislador y expresidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, expresó que esta «provocación» no le sorprendía, pues a su juicio el gobierno está dispuesto a cualquier cosa, como la Constituyente que fue convocada sin un previo referendo consultivo. «Es un gobierno terminal sostenido por las bayonetas y las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia», dijo Ramos Allup.